Las claves del nuevo éxito de la Real Sociedad
Después de ser uno de los equipos más atractivos de la pasada edición de LaLiga, la Real Sociedad ha decidido no dejar de pisar el acelerador y seguir peleando por llegar a las cotas más altas posibles. La vuelta del fútbol tras el parón del confinamiento no le vino bien al equipo dirigido por Imanol Alguacil, ya que la plantilla no pudo seguir con el excelente estado de forma que le llevó a endosar 4 goles al Real Madrid en el Santiago Bernabeú, pero este año se ha convertido en uno de los favoritos para hacerse con la cuarta plaza que da acceso a jugar la Champions League 21/22.
Todo esto comenzó en el verano de 2019. La dirección deportiva txuriurdin decidió apostar por dos talentos que habían llegado al primer nivel muy jóvenes, pero que parecía que con el paso de los años la mayoría de los aficionados ya había olvidado su nombre. Martin Ödegaard y Alexander Isak llegaron a la plancha de La Concha tras varios años lejos de los focos, pero el departamento dirigido por Roberto Olabe conocía de sobra el talento que poseían. El noruego se convirtió en el MVP de LaLiga durante la primera mitad del campeonato y el jugador por el que pasaba todo juego ofensivo de la Real Sociedad. Estas dos perlas unidas a fichajes como el del Portu, Monreal o Remiro hicieron que el equipo de San Sebastián diera un salto de nivel que lo catapultaría a la élite futbolística española
La salida del crack escandinavo de vuelta al Real Madrid fue un golpe duro para la planificación txuriurdin. Zinedine Zidane decidió volver a contar con Ödegaard en su equipo y cortar la cesión de dos años que había sido pactada, pero la Real Sociedad supo sobreponerse de la mejor forma. Cuando todo el mundo pensaba que su futuro estaba en la Lazio, David Silva sorprendió a todo el mundo anunciando su llegada a Donosti. Un refuerzo de lujo para un Imanol Alguacil que con su idea está maravillando a la afición.
Una de las claves de este éxito es la gran presión alta que ejerce sobre el rival. La defensa de la Real Sociedad es la línea con menos calidad del equipo, en comparación con las demás, por lo que para protegerla y que el equipo contrario no pueda explotar, la presión alta, sobre todo tras pérdida, es una necesidad. Los jugadores de ataque siempre están bien posicionados por si alguno de sus compañeros comete un error individual, pueden recuperar rápidamente el balón para que los contrarios no se acerquen a su línea más débil
Cabe destacar también el nivel de su centro del campo. La irrupción de Zubimendi en el puesto de pivote ha llevado a la Real a otra dimensión, ya que su gran capacidad de organización permite que sus compañeros se centren más en el ataque. La división que tienen por alturas (Zubimendi más retrasado permitiendo el vuelo de sus compañeros, Merino como centrocampista box-to-box y Silva más adelantado y con libertad) permite que el juego txuriurdi sea mucho más fluido, ya que la pelota no se estanca en una zona del campo y facilita la rotura de líneas de presión del rival. Esto unido al gran nivel de Oyarzabal y Portu, los dos grandes peligros de la Real, hace que cuando este equipo tiene la pelota, sea muy difícil detenerlos.
Por último, uno de los grandes méritos de Alguacil es su gestión de plantilla. La Real Sociedad está inmersa en 5 competiciones (LaLiga, Europa League, Supercopa de España, Copa del Rey 19/20 y Copa del Rey 20/21), por lo que la rotación pasa a ser un tema capital. No sería el primer equipo que al jugar Europa League sufre un gran bajón en liga, pero el entrenador guipuzcoano está haciendo algo que no muchos equipos pueden presumir de ello. Cuando rota sus piezas y algún jugador titular descansa, el equipo no baja el nivel. Da igual el futbolista que entre al terreno de juego, todos están muy activados y pueden sustituir con creces a su compañero. Equipos como el Real Madrid o el Atlético sufren mucho en este tipo de situaciones, pero la Real está cumpliendo con matrícula de honor, y está mostrando su mejor nivel en todas las competiciones.