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Koeman, el domador de Dembélé

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Un rayo de esperanza cruza el Camp Nou. Aunque en los tiempos que corren por la entidad blaugrana esto suena a osadía, ya que entre los problemas económicos del club y la difícil situación que está viviendo Leo Messi parece que la esperanza es lo último que se puede encontrar en territorio culé. Pero sobre el campo, uno de  sus activos más valiosos y caros de su historia está empezando a brillar con luz propia. Aunque sea 3 años más tarde de lo esperado, más vale tarde que nunca, ¿no?.

 

Ousmane Dembélé llegó al FC Barcelona en una situación muy delicada. A principios de agosto de 2017, se hizo oficial la peor de las pesadillas para los aficionados culés. El PSG había abonado los 222 millones de la cláusula de rescisión de Neymar y el astro brasileño dejaba al Barça con un problema mayúsculo, sustituir en un mes a uno de los mejores jugadores del planeta. Tras muchos rumores, casi al final del mercado la directiva liderada por Josep Maria Bartomeu anunció la llegada del joven francés. Tras brillar una única temporada en el Borussia Dortmund, “El Mosquito” llegó a can Barça teniendo que ponerse el traje de todo un Neymar y con la presión de ser el fichaje más caro de la historia blaugrana. Todo esto con apenas 20 años recién cumplidos.

 

Los problemas no tardaron en llegar. En un equipo donde la figura de Leo Messi es capital, o te adaptas a él o estás muerto, deportivamente hablando. Para sacar el mejor rendimiento de Dembélé en Alemania fue desde la banda derecha, pero todos sabemos que esa zona del campo en el FC Barcelona tiene dueño. El galo se vió desplazado al costado izquierdo, lejos de donde fue realmente diferencial. Si a esto le sumas los problemas de lesiones (desde su llegada se ha perdido 80 partidos) y extradeportivos, como su supuesto problema con los videojuegos o que le estaba haciendo dura la adaptación, ya que todavía no ha aprendido castellano, muchos ya han dado a Dembélé por perdido. De ser el fichaje más caro de la historia del FC Barcelona a ser una de las muchas promesas incumplidas del mundo del fútbol.

 

Este año la historia ha cambiado. Koeman ha vuelto a sacarle la sonrisa a Dembélé. El entrenador neerlandés ha movido a su capitán a la media punta, y el francés ha regresado a la posición que le vio nacer, aunque con un rol muy distinto. Koeman está haciendo un gran trabajo de contención con el galo. Dembélé es como un caballo desbocado. Corre y regatea como nadie, pero a la hora de tomar decisiones, rara vez toma la correcta. El holandés ha pinchado al galo en la banda derecha, muy pegado a la línea de cal, pero que cuando coge la pelota cae hacia dentro para generar peligro con su pierna izquierda. Todos conocemos la potencia de movimientos y de disparo que tiene “El Mosquito”, pero Koeman parece el único capaz de domarlo. 

 

El que una vez pareció tener más potencial que Kylian Mbappe según Andrés Onrubia, experto en fútbol francés, está volviendo a su mejor nivel. Es complicado que pueda cumplir con lo que prometía cuando salió del Stade Rennais, pero si las lesiones le respetan y Koeman hace que se centre en el fútbol, puede que acabemos viendo al mejor Ousmane Dembélé desde que llegó a Barcelona.

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